Si durante el tiempo que cada persona dedica a contar su sufrimiento,sus dificultades, sus penas, esta creando para si un entorno de compasión. Su energía no se dedica a buscar soluciones creativas sino que se estanca en revivir su dolor. Crea un estado de desvalorización para si mismo de no ser digno de recibir Esta información se traslada a tus células y pasa factura. Se van acumulando sobre él como las hojas de los árboles que caen en los parques. Hay un apego al dolor. Tu biografía pasa a ser tu biología. Por eso es tan importante renunciar al lenguaje de la culpa y el dolor. Esto es simplemente sentido común. Nuestras palabras definen quienes somos y están creando nuestros potenciales futuros. Las palabras no se las lleva el viento,crean nuestro destino. @Sv
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