Mi espíritu se ha hartado y
hastiado
De lo que existe.
No moveré un dedo
Para construir otra vez
mundo alguno,
Ni para hacer desaparecer
mundo alguno de la creación.
No existiría, si morir pudiera,
Pues los milenios hacen sentir
su peso,
Sobre mis hombros y
El inagotable sonido de los
mares
Agota la fortuna de mi sueño.
Si pudiera desprenderme
de mi razón original
De ser,
me desvanecería,
igual que el sol
Muere en su crepúsculo.
Desearía, si pudiera hacerlo,
Desnudar a mi divinidad,
De sus propósitos,
Y en el cosmos exhalar
El soplo de mi mortalidad
Y así terminar de vivir para
siempre.
Ojalá!
Ojalá!
me desvanezca y huya
De la memoria temporal.
A estar y existir
en el cosmos del Tiempo.
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