Lyall Watson
Un sorprendente suceso que ocurrió cuando experimentaba con una colonia de monos en una isla cerca de Japón. Watson quiso cambiarles la alimentación, que comiesen papas, pero al verlas sucias de tierra y barro, los animales las rechazaron. Luego de cierto tiempo, a una mona joven se le ocurrió llevar las papas al río y lavarlas antes de comerlas, y entonces las comió sin problemas, luego enseñó a los demás monos jóvenes a lavar las papas, casi como jugando. Los monos mayores no aprendieron a hacerlo, excepto aquellos que tenían hijos jóvenes, quienes enseñaron el truco a sus padres.
Poco a poco, más y más monos fueron aprendiendo el nuevo comportamiento, y un buen día, y súbitamente, toda la colonia estaba lavando las papas. Pero lo más sorprendente fue que a partir de ese día, los monos de otras islas, sin contacto con los anteriores, también habían aprendido a lavar las papas, incluso los monos de Takasakiyama, en pleno territorio de Japón.
Como si el nuevo conocimiento se hubiese expandido por el aire, alcanzando a toda la especie...
Watson consideró que cuando el mono número X había aprendido, se completó la Masa Crítica, es decir, el número de monos necesario para que toda la especie adquiera de pronto el nuevo conocimiento o la nueva conducta. Esto le hizo suponer que en la evolución de las especies hay mecanismos diferentes de aquellos que intervienen en la selección natural, lo cual tiende a mostrar que esos mecanismos también inciden sobre la manera como ideas y costumbres se propagan por toda la especie humana. A esto se llamo "Teoría del Centésimo Mono".
Si un número suficientemente grande de personas (Masa Crítica) adquieren un nuevo conocimiento o forma de ver las cosas, esto se propagará por toda la humanidad. De esto se desprende que una sola persona podría completar la Masa Crítica, y desencadenar un nuevo conocimiento para toda la humanidad. ¿Será usted el centésimo mono?Si un número suficiente de almas aprenden o comprenden que el Amor es lo más importante de la vida, ¿se imagina usted cómo cambiaría súbitamente la humanidad?.
Se sabe que la Madre Teresa de Calcuta fue invitada en varias ocasiones a marchar en manifestaciones en contra de la guerra y ella contestó: - "Yo no marcho allí. Invítenme a marchar a favor de la paz y yo iré, pero no me nombren esa palabra".Es decir, cada vez que manifestamos algo con nuestro pensamiento y/o con nuestras palabras estamos dándole poder ,para bien o para mal-,a ese movimiento o persona. Mientras más nos enfrasquemos en pensar acerca de la inseguridad o al miedo por ejemplo, más poder les damos a ellos. No se trata de ignorarlos, ni de aislarte de la realidad. Se trata de mantener tu mente y tus deseos.
No despotriques, ni te la pases envenenándote con las noticias. Haz como la Madre Teresa : dale poder a tus pensamientos para que se conviertan en realidad.
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