martes, 17 de diciembre de 2019

El elefante y la hormiga


Un elefante caminaba muy alegre por la selva, cuando de pronto un ruido a ramas lo hizo poner alerta. Una angustiosa voz pedía auxilio, miró para todos lados y sin descubrir de donde provenía. Caminó dos pasos pero la voz lo seguía llamando. Cuán grande fue su sorpresa! Era una hormiguita viajera. Fue amor a primera vista. Era tan hermosa que el elefante quedó impactado. Rápido! Le dijo, un oso hormiguero viene por nosotras. El elefante, auténtico rey de la selva por su sabiduría y compasión puso en fuga sin esfuerzo al oso. Ahí mismo le confesó su amor por la pequeña hormiguita. Ella aceptó pero puso sus condiciones. "He visto como te miran otras hembras de varias especies", le dijo. "Me ven grande y poderoso, no puedo evitarlo" respondío Juan el elefante, "pero si puedo evitar que las aves y las cocotillas de colores se posen en mi lomo, la cola del elefante tiene esa utilidad, las borra de un plumazo". A veces se veían cerca de la gran ciudad donde vivía la hormiguita y a veces a orillas del río donde vivía el elefante. Este se desvivia en atenciones hacia ella, pero la hormiguita era tan inteligente como demandante. Un día reposaban en la cama hecha de juncos, debajo de un gran ciprés y la hormiguita dijo "tengo un temor natural hacia ti, vives muy lejos y me canso de ir y venir hasta acá. Pero lo que más deseo es que adelgaces así tu no me aplastas". Cuando la hormiguita partió de viaje el elefante hizo un milagro, se puso en línea en un tiempo casi nulo. "Tenemos otro problema" dijo ella mientras masticaba una exquisita hoja con sumo placer, estamos lejos y yo soy viajera, no se donde tú estás, ni que haces". Con mucha agilidad mental Juan le dio la solución, "me podré unas antenas de hormiga y así sabremos donde está cada uno". Así lo acordaron. El día de la llegada del último viaje de la hormiguita. Juan estaba ansioso pero siguiendo su instinto ese día no se comunicó con ella. Su intuición le decía que algo no iba bien. De pronto se dio cuenta que ella había hecho lo que siempre insistía que no se podía hacer: desconectar las antenitas. Juan dotado de una gran inventiva se dirigió a la reina de las arañas. "Dime Oh gran reina araña, tu que tienes grandes redes por toda la selva ¿podras decirme donde esta mi amada? Así lo hizo. Para desazón de Juan su hormiguita viajera estaba en un hábitat distinto, en una cueva desconocida. Durante tres horas, con las antenas apagadas. A través de los chimpancés que viajan muy rápido por las lianas de los árboles le mandó un mensaje diciéndole que sabía donde había estado. Silencio. "Ella no iría a la casa de un bicho feo si no es que lo conociera desde antes y si tuviera una respuesta se la habría dado a Pancho, el mono que le llevó el mensaje" cavilo frunciendo el ceño. Lo curioso es que Juan no estaba enojado. No iría a la casa del bicho feo para exterminarlo ni le pediría a la gran serpiente que es la hechicera del bosque que haga un conjuro malo. Estaba en paz, había dado todo de sí. El nunca espera que le devuelvan lo que hace de corazón. Es feliz porque al lado de ella creció, pudo desarrollarse y crecer en todo sentido. La última vez que lo vi y me contó la historia se emocionaba cuando hablaba. Para Juan y su familia la traición y el engaño no existen porque a su abuelo le cortaron los colmillos para hacer objetos de marfil cuando iba detrás de otra elefanta que no era la suya. Las hormigas son muy organizadas, y tienen que cumplir roles muy precisos. Por eso no entienden mucho de amor incondicional, sentimientos y romance. El elefante es el animal sagrado en la India por eso práctica la devoción. Las hormiguitas tienen que planificar con inteligencia sus movimientos. Sortear muchos obstáculos en sus viajes las hace muy astutas y sagaces. La historia del elefante y la hormiguita viajera hizo las delicias de todos aquellos que estuvieron cerca. Todos quedaban deslumbrados con el cariño y la dulzura con que aquel animal gigante le brindaba a su pequeñísima amada. Al anochecer, cuando todas las especies de la jungla van a sus guaridas, las crías  justo antes de dormir le piden a sus mamás que les cuenten historias de amor, la de Juan el elefante y la hormiguita viajera es su favorita. Cierran sus ojos y se preparan para soñar con un amor así. Y colorín colorado @SpoturnoV 

No hay comentarios:

Publicar un comentario