martes, 29 de mayo de 2018

El amor en tiempos de la caída de Roma

Corría el último año del imperio romano, en el 475 se avizoraba la caída. Cicero, descendiente de una estirpe de oradores disfrutaba de los placeres de corte. En aquel momento el emperador Rómulo Augusto estaba convocando a todo hombre disponible para el frente de batalla a fin de contener las hordas bárbaras. Se rumoreaba que Odoacro operaba tras bambalinas para deponerlo. Cicero escuchaba con preocupación las noticias y especulaciones. Era el esposo de Berta, una obesa y fea mujer pero con mucho poder, y cuya única cualidad es la de ser hermana del emperador. Vivían en un palacio frente a las costas del Tirreno. Un buen día familiares de Berta se mudaron con ellos, venidos de tierras ocupadas por Alarico, un godo que asoló Roma por varios días. El matrimonio tenía una hija muy hermosa, rubia y de ojos azules. Soraya, adolescente fascinada con las historias de sus parientes romanos. Una noche, Cicero se sintió observado mientras cumplía con sus deberes maritales, era una sensación que se venía repitiendo. El resplandor de la luna brilló en los ojos azules de Soraya. El hombre se levantó de la cama cuando su mujer dormía y roncaba. Tenía su cuarto  propio porque las dimensiones y ronquidos de Berta le hacían imposible el descanso. Al pasar por la puerta de salida de la alcoba sus ojos se posaron. Sin decir palabra caminaron juntos y se durmieron abrazados hasta el alba. Una tarde, mientras tomaban té en el jardín Soraya dice a su madre que tiene un atraso en su menstruación. Berta, reconoció de inmediato el perfume de la adolescente, es el mismo que estaba impregnado el dormitorio de su marido. A la noche, los guardias de palacio vinieron por Cicero. Antes de entregarse se encontró con su amada, cerró los ojos para recordar su calidez y tocó su abdomen, nada se dijeron pero Cicero estaba seguro de la gravidez de su amante. El 4 de setiembre del 476 Odoarco derroca a Rómulo Augusto y es liberado. Había sobrevivido a las batallas de Coliseo Romano. La imagen de su mundo se reducía a aquellos ojos azules brillando en luna llena. Nadie en el condado pudo decirle donde se había marchado Soraya y su familia, expulsados del palacio aquella fatídica noche. Cicero, durmiendo en el pasto bajo la bóveda estrellada soñó y creyó ver los ojos de Soraya sobre los suyos. Sin palabras supo que ella se había arrojado al mar. Sin pensarlo Cicero corrió hasta el borde de un alcantilado que daba al Tirreno. Sintió la brisa en su cara al caer y se sintió feliz. Al sumergirse en el agua contuvo la respiración y sintió el amor más intenso y profundo. Fue perdiendo la conciencia y la vida mientras miraba y sentía aquellos ojos azules en su corazón. El éxtasis de la muerte lo abrazó. @SpoturnoV

lunes, 28 de mayo de 2018

#Corazones

Platón en su obra "El banquete" citando a Aristófanes nos habla del ser humano original: "los hombres tenían formas redondas, la espalda y los costados colocados en círculo, cuatro brazos, cuatro piernas, unidas a un cuello circular y perfectamente semejantes, una sola cabeza, que reunía estos dos rostros opuestos entre sí, dos orejas, dos órganos sexuales, y el cuerpo bien proporcionado". Eran  de tres clases: uno, compuesto de hombre y hombre; otro, de mujer y mujer; y un tercero, de hombre y mujer, llamado andrógino. Cuenta Aristófanes :"los cuerpos eran robustos y vigorosos y de corazón animoso, y por esto concibieron la atrevida idea de escalar los cielos y combatir a los dioses". Zeus, enterado de los planes de los hombres exclamó :"Que los parta un rayo" y pasó a la acción. Medios aturdidos por el impacto la humanidad se dio cuenta que había sido dividida exactamente por la mitad. Reinó tal confusión que el plan original quedo descartado. Llevó un tiempo adaptarse a la nueva realidad y aún hoy siempre tenemos la sensación que algo nos falta. De ahí que andemos por el mundo buscando donde está la mitad de nuestro corazón y de nuestra alma. La división ocurrió en el centro de nuestro cuerpo. Lo que llamamos ombligo, lo que los budistas llaman nuestro centro de poder. Nuestra atención está allí y en nuestra cabeza. Por eso nos creemos el centro, el ombligo del mundo. El único órgano que no se detiene nunca es nuestro corazón. Es tan importante escucharlo!. Cuando los planetas se alinean y reconocemos la mitad de nuestro corazón latiendo en el pecho de la amada la búsqueda ha cesado. La ciencia descubrió que dos corazones sincronizan perfectamente los latidos cuando dos personas especiales se encuentran. Cuando eso nos ocurre, que más podemos pedir al universo? @SpoturnoV

domingo, 27 de mayo de 2018

96 y 73. La reina de Saba y Salomón

La reina de Saba tenía 23 años, era una mujer mujer muy hermosa que no conocía las mieles del amor profundo hasta que conoció al rey Salomón, famoso por sus poderes místicos y esotéricos. Se dice que convocó a los demonios del más allá, íncubos y súcubos para construir su templo. En presencia de esas fuerzas poderosas pidió la mujer más hermosa para su vida. Para ella el amor fue a primera vista. Sabía que aquel iba a ser el amor de su vida. A Salomón esto le fue dado en forma progresiva. Aquel estaba acostumbrado a relaciones largas y duraderas por lo que no tomó la iniciativa hasta que su corazón así se lo indicó. No era un barco que anclara en cualquier puerto. Hacía unos años que estaba en el camino de la iluminación y era el espíritu y no la carne lo que buscaba en las personas. Cuando abrió sus ojos y la vio fue tal el impacto que cada vez la veía como por primera vez. Este prólogo era a su vez lo que los unía y separaba. Sus cuerpos y almas estaban tan en sincronía que se acoplaban como hechos en un mismo molde. Salomón recibía admiración por sus milagros, su energía y vibración. Era generoso en sus agradecimiento a estas demostraciones, porque sabía la máxima de dar para recibir. Aunque su intención era prístina Saba tenía recelos en cuanto a esto. Salomón tenía la capacidad de adaptarse a cada requerimiento de su amada. Pero cada separación era para él la oportunidad de ir hacia dentro de su corazón y allí la volvía a encontrar, entonces sus separaciones no eran tales. Su corazón no tenía espacio para más nadie que su Reina. Estas disputas cesaron cuando comprendieron una verdad universal, en un antiguo texto, un libro que por azar cayó en sus manos: "El otro no existe, siempre estoy proyectando mis creencias en el otro". Lo que me molesta de ti lo cambio en mí porque si eso que me molesta no estuviera en mí no lo vería. Es fácil decirlo pero no practicarlo. Esas proyecciones y hábitos mentales las adquirimos desde el vientre de nuestra madre y hasta los siete años. Entonces hicieron un pacto de amor y ella supo al mirarlo a los ojos que siempre estaría a su lado y que ninguna tentación lo apartaría ni un ápice fuera de su círculo del corazón. No cuenta la historia que ambos abandonaron sus tronos fingiendo su muerte. Planearon su huida al Este para vivir su pasión. El pacto que atesoraban era decir te amo visualizando al otro justo antes de ir a dormir. Eso le dio a Saba seguridad y confianza. Salomón siempre cumplía su palabra.  Aún hoy, él con noventa y seis ella con setenta y tres se los ve pasear por las calles de una desconocida ciudad, tomados de la mano, sonrientes y con un brillo del amor en los ojos que, a quienes somos testigos de ello y sabemos de quienes se trata nos hace emocionar. @ SpoturnoV

lunes, 21 de mayo de 2018

El Muro a mi alrededor

"Aquel a quien encierro con mi nombre, está llorando en este calabozo. Siempre estoy ocupado construyendo este muro a mi alrededor. Y a medida que se levanta cada día más y más hacia el cielo, pierdo de vista mi verdadero ser bajo su oscura sombra. Me enorgullezco de este gran muro y lo cubro con polvo y arena por temor de que quede algún agujero en él. Y que a pesar de toda la atención que le presto tengo temor de perder de vista mi verdadero ser" 
                  Rabindranath Tagore
La belleza poética de este poeta no podría describir mejor la construcción de esa máscara social que es la auto imagen, la personalidad que encubre nuestra verdadera naturaleza. Tiene que pasar mucha agua bajo el puente para poder percibir que la raíz de todo el sufrimiento está en nuestro ego. Incluso aunque logremos reconocerlo lo consideramos vital para nuestra supervivencia. Porque el ego es el que produce nuestros temores. Y es una cadena de miedo y reacción ante ese miedo que se retroalimenta y producen pensamientos tormentosos, amenazantes, de ansiedad. Esto multiplicado en la conciencia colectiva del planeta se ven reflejados en el grado de violencia que impera en todos los niveles de la sociedad. Los muros que construyen las naciones, el muro de Berlín, la gran muralla china, el muro de la era Trump, son  iguales al que que se construye en cada ser humano. Es producto de esa visión que lo externo es lo peligroso. Las actitudes xenófobas y racistas están hoy en alza. Todo lo malo viene de fuera. Hemos perdido la capacidad de mirar hacia dentro. Por eso estamos a la defensiva y listos para ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el nuestro. El miedo nace de creer que nuestros pensamientos egoicos son la verdad revelada y no una simple opinión. Ese es el error. Si lograras ver una luz que pasa por una grieta de tu espeso muro, puedes reconocerte en ella. Debes seguirla hasta descubrir el camino de vuelta a casa. Utiliza las piedras de tu muro para construir puentes y dar nuevas oportunidades. Ve esa luz en cada situación o persona. Te estarás mirando siempre a ti mismo. La luz da calidez, la calidez bondad y ésta te conducirá por un atajo al amor. Confía, porque como dice el gran poeta sufí Rumi: "Tu tarea no es buscar el amor, sino derribar todas las barreras que has creado entorno a él". @SpoturnoV


lunes, 14 de mayo de 2018

La historia de amor de Ana Bolena y el Mago Merlín


"Oh muerte, méceme dormida
tráeme un silencioso descanso
Deja pasar libre de culpa mi fantasma
cuidadosamente fuera de mi pecho.
Resuenan lúgubres campanas
deja que el sonido de mi muerte hable
Pues debo morir
no tengo más remedio
mi hora de morir ha llegado"
Ana había preparado con esmero la danza que debía interpretar en el baile de disfraces de palacio. Una voz interior le decía que su hora estaba cerca. Tenía una relación no consumada con Henry Percy que estaba llegando a su fin. Ese día, estaba más hermosa que de costumbre. Lo notó al darse cuenta que todas las miradas masculinas se posaban en ella. Esto la inquietó pero rápidamente retomó su compostura y dedicó su sonrisa más luminosa a los presentes. La mirada de águila de Enrique VII de Inglaterra hizo contacto con la suya. Allí supo cual sería su destino. Esa noche brilló, deslumbró a toda la corte. Lo que nadie supo nunca es que los sábados se internaba en la espesura del bosque. Cubierta de una roja capa visitaba a un mago que vivía en la espesura, a orillas del río Saint Francis. Desde niña era su amor prohibido. Sólo la separaba de él los viajes que debía realizar, generalmente al continente donde, contra su voluntad realizó sus estudios. Los vecinos de la aldea decían que se trataba del mismísimo Merlín, desparecido después de la muerte del rey Arturo. Recurrían a él por sus poderes para cambiar el clima. De esta forma sus cosechas siempre eran exitosas. Merlín usó sus fuerzas invisible para propiciar el matrimonio de Ana y Enrique VII, ya que quería dejar su propia descendencia en el trono inglés. El conjuro había tenido éxito porque desde que la vio en palacio el rey no pensaba en otra cosa que no fuera en seducir a Ana. Se rumoreaba que había rechazado todos los embates del rey diciendo "antes de perder mi inocencia prefiero morir". Fue la primer plebeya en acceder a un cargo en la nobleza, porque mientras Enrique agotaba los medios para divorciarse de la reina Catalina le otorgó el marquesado de Pembroque. Después es historia conocida, ruptura con el Vaticano, ceremonia de casamiento primero en secreto y posteriormente en Londres en 1533. El primer sábado posterior a la boda Ana, vestida con su capa roja se interna en el bosque del río Saint Francis. Era una noche de luna llena. Los astros estaban alineados, El caldero humeaba con una pócima secreta compuesta de muérdago, pétalos de rosas, gotas de rocío, miel de las sierras y gotas del ritual de sangre entre ambos. Los animales del bosque quedaron todos en silencio. Se dice que esa noche tembló la tierra. Antes de la medianoche un carruaje llevó de vuelta a Ana a palacio. En sus entrañas llevaba la semilla de Isabel I de Inglaterra. Las intrigas palaciegas, los vaivenes de la política, el carácter ambiguo y errático de Enrique hizo el resto. Ana, condenada por adulterio, incesto y alta traición. Desde el 2 de mayo que fue encerrada en la torre del palacio extraños incidentes paranormales fueron registrados. Cuadros que caían, velas que prendían y apagaban, muebles que se movían y sonidos de ultratumba. Se decía que una extraña sombra se dirigía hacía la torre. Era  Merlín al encuentro con su amada. La mañana del 19 de mayo, día de la ejecución de la reina un pentagrama con extraños símbolos se veía en su alcoba. La muerte no arrebataría el amor entre Ana Bolena y Merlín que continuaba en planos invisibles. El lazo de sangre de la reina y el mago permanecerá en el más absoluto secreto. Sólo este cronista osa en revelarlo. Aún hoy los visitantes del palacio de Buckingham ven el fantasma de Ana danzar como aquella vez en 1522  y los moradores del río Saint Francis escuchan los poemas que Merlín le dedicaba a su amada. @Satsang







domingo, 13 de mayo de 2018

La tormenta y el vaso de agua

Amul era un próspero pastor de la India. Vivía cerca del monte Arunachala, "el lugar donde todos los hombres deben ir algún día",  En tiempos posteriores Ramana Maharshi iría a ese lugar sagrado para encender allí su lámpara, luz y sabiduría que aún hoy ilumina el camino de los peregrinos y buscadores de la verdad. Se decía que tenía doscientas vacas, que abastecían de leche a toda la aldea. La calidad del producto era tal que era reconocida en las regiones vecinas. Cierta noche, una manada de lobos rondaba por el lugar. Presto Amul y otros miembros de su familia pudieron alejarlos, no sin antes tener un saldo de heridos de diferente entidad. Pero el ganado se dispersó. A volverlo a reunir notó con angustia y pavor que una vaca faltaba. Se sintió apenado, triste. Sintió como lo invadía la ira, y se enojó tanto con sus familiares que los hecho de su granja. No podía creer que eso le estuviese pasando a él. Dedicaba sus días a buscar sin éxito a su vaca perdida. Estaba deprimido y apesadumbrado. Sentía que estaba incompleto y que nada volvería a ser como antes. En ese estado, atormentado por sus pensamientos, condujo sus vacas a un abismo donde cayeron y ninguna sobrevivió. Sentado sobre una piedra, respirando hondo para atraer algo de lucidez observaba la magnitud de sus actos. Por una vaca había perdido todo su rebaño y el amor de sus seres queridos. Literalmente había tirado todo por la borda. "He hecho una tormenta en un vaso de agua", se dijo a sí mismo. Esta parábola zen es muy significativa. Amul somos todos, porque cuando esas emociones que no podemos controlar, esos arrebatos de furia, incluso esa situación de desesperanza, de falta de ilusión, de desanimo y de tristeza a todos en algún momento nos han sucedido. Y vaya que hacemos tormentas en un vaso de agua! Y siempre habrá alguien cerca para echarle la culpa de lo que nos pasa. 
Buda decía "el dolor es inevitable, pero el sufrimiento es opcional". Y tenemos opción, pero lo primero es evitar la tormenta en el vaso de agua y ahogarnos en él. Estamos condicionados a ver el vaso medio vacío, de todo lo que nos falta en la vida. Y nos dejamos arrastrar por esos pensamientos negativos. Te propongo un ejercicio muy simple que va a cambiar tu vida: Cero queja, en pensamientos y palabras como viejas quejumbrosas. Está probado que sostener una idea durante 48 horas cambia la química del cerebro. Al vivir sin quejas empezamos a experimentar algo que no estamos acostumbrados y es sentirnos cómodos. Con nuestro cuerpo, con nuestro espacio y con nuestros seres queridos. A medida que avanzamos en la práctica nos vamos a sentir cómodos incluso con aquellas cosas que antes nos disgustaban. La serenidad y la calma van a dar paso a una progresiva sensación de felicidad. Salimos de la lógica de reaccionar y pasamos a accionar fluyendo con la vida. Cuesta? Si, pero recuerda la milenaria frase de Lao Tzú. "Un camino de mil millas comienza con un sólo paso" @Satsang  

miércoles, 9 de mayo de 2018

Scheherazade-

"Levántate corazón, alza tu voz y canta porque quien no acompaña al coro de la luz, seguirá perteneciendo a los engendros de las sombras"
                                                  Khalil Gibrán
Shahryar era un rey de la antigua Persia, en un tiempo sin tiempo, Su vida transcurría entre sabios, apasionados como él de la alquimia, la astrología y los secretos del cosmos y de la vida. Sumido en sus cavilaciones, meditaciones y procesos de pensamiento abstracto transcurrían sus días. Por la noche, el palacio real se transformaba en un banquete exótico y variopinto, trovadores y juglares, bailarinas y artistas de la comarca, aunque Shahryar muchas veces estaba ausente. El gran visir era quien ejercía la función de gobierno y sólo consultaba al rey en asuntos graves de estado. Alí, el visir creía que su señor estaba medio loco. Laila, la gran reina, era presa de hastío y aburrimiento profundo. Un día un mercader de alfombras le piropeó, arriesgando su cuello. La reina, lejos de denunciar esta herejía hacia su persona, se sintió, por primera vez en mucho tiempo, objeto de atención y reivindicada como mujer hermosa que lo era. Quitó su vestido e hizo el amor con pasión con aquel desconocido. De inmediato fue interrumpida por los eunucos de palacio y llevada ante el rey. Laila fue ejecutada de inmediato. El rey, se prometió a si mismo no ser engañado nunca más por mujer alguna. A partir de ese día, cada compañera de alcoba era ejecutada al amanecer. Scheherazade, la hija de un sultán, se propuso la meta de transformarse en la reina de Persia, pero sin morir en el intento. Cuando sintió que era su hora, se presentó como postulante en palacio. Fue despedida por sus familiares que ya anticipaban su duelo. Ella era una mujer hermosa, pero sabía que no eran tanto sus atributos físicos lo que le permitirían salir con vida. Sobrevivió la primer noche, luego otra y otra. Al cabo de un tiempo Shahryar le pidió matrimonio. Fue la boda más fastuosa e inimaginable que se recuerde. Al cabo de 1000 noches le empezó a relatar a un escriba el más famoso relato árabe: "las 1001 noches". Scheherazade se había preparado con los mejores maestros en las mismas artes y ciencia que el rey. Luego de hacer el amor comenzaban sus relatos. El rey atrapado por sus relato y verborragia terminó enamorándose. Siempre le susurraba al oído "hablas muy lindo". Ella respondía "de las personas y sus acciones te habla cualquiera, quédate con quien puedas hablar del universo". Como decía el poeta:" Hay una trémula primavera en cada invierno del corazón y un sonriente amanecer se esconde tras el velo de cada noche". @Satsang