sábado, 13 de junio de 2015

Muerte y Resurrección

La vida es un constante equilibrio. Se nace y se muere. En los clanes se respeta esa danza de la realidad. Un alma deja este plano para una que nace que, generalmente, elige reencarnar en el mismo grupo familiar. Los estudios de Braian Weiss que documentó ocho millones de casos en los Estados Unidos así lo demuestran. Hasta los siete años conservamos memorias de otras vidas. En uno de sus libros relata este diálogo de un niño a su madre "te acordás que ya estuvimos en este lugar? pero yo era tu hermano mayor". También están aquellas que vienen a sanar lo denso del árbol genealógico, niños que parten rápido o con discapacidades que vienen a reparar. Son almas benditas,se sacrifican por el clan.Las mujeres que no pueden ser madres y fallan en sus intentos es la sabia naturaleza corta la progenie de ese árbol. Un caso cercano es el de una madre que pierde su primogénito y vuelve a este plano como su nieto. En realidad no es la abuela que cría al nieto sino desde la relación álmica la madre a su hijo. Entonces la relación entre el padre y ese hijo se traduce más como una relación de hermanos.Cuando sabemos estas cosas a través de los registros akáshicos o las regresiones guiadas las piezas del puzle encajan. Comprendemos que todo es causal. A veces la intuición nos dice cuando el ser querido va a morir. O este se aparece en sueños para despedirse. A veces se produce tras la llegada de sus familiares, como si estuviese esperando un suceso determinado para marcharse. La muerte, ese miedo que paraliza y pesa como la espada de Damócles sobre la cabeza de cada ser humano no es otra cosa que un cambio de forma. Es dejar el cuerpo para pasar a otro plano de la realidad sin la carga del cuerpo físico. Nada se destruye todo se transforma. Thich Nhat Hanh un maestro zen vietnamita y uno de los líderes espirituales más influyentes de nuestro tiempo define así la muerte:"Es como una nube en el cielo,cuando la nube ya no está en el cielo no significa que la nube a muerto,la nube continúa en otras formas.Como lluvia,hielo o nieve. Si estás muy encariñado con una nube hermosa y tu nube no está más ahí no deberías estar triste.Tu amada nube puede estar llamándote como lluvia o nieve. Entonces ya no serás golpeado por la pena o desesperación.Nuestra naturaleza es sin nacimiento y sin muerte.La naturaleza de la nube también ella no puede morir y es imposible pasar de ser a no ser. No ha muerto continúa en otras innumerables formas nuevas. Uno puede mirar profundamente y reconocerla en uno o alrededor de uno".@SV

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